Ronaldo

Hablar de Ronaldo es hablar de gol. En 1994, Ronaldo ya era conocido en su país; era aquel chaval flacucho que Parreira llevó a Estados Unidos a que viera como era un mundial, proclamándose campeón sin jugar un minuto. Después llego su bautismo en el PSV holandés, su explosión en se única campaña en Barcelona, su caída a los infiernos de la lesiones y resurrección en el inter, la fatídica final del mundial de Francia y su posterior redención en el de Corea y Japon, su fichaje por el Madrid y su salida en direccion a Milán. Una carrera espectacular y jalonada por numerosos trofeos individuales y colectivos, y que tiene como cúspide una marca que le permite mirara a todos los futbolistas por encima del hombro: es, a día de hoy, el máximo goleador de la historia de los mundiales, con quince tantos en tres citas. Cuando ronaldo arranca con el balón, los defensas y las aficiones rivales tiemblan; se está iniciando la maniobra mas temible de un delantero letal y con sello propio. Nada menos que el máximo goleador de la historia de los mundiales.